Lo más curioso de todo es que la saeta fuente de inspiración del genial compositor, Manuel Font de Anta, es una saeta marchenera antigua.
Las saetas marcheneras antiguas están formadas por cinco estrofas, y tienen su raíz en las carceleras del Preso por la clara derivación melódica que tienen de esta, ya que las repiten con una similitud evidente, y se consolidan estas saetas al final del siglo XIX. Estas saetas es la que los presos le cantaban a la "Cernicalera" el viernes Santo cuando pasaba por la cárcel.
La explicación de la llegada a Sevilla de las formas de la saeta antigua marchenera radica en el hecho de que poco tiempo antes de la composición de la marcha, la cárcel fue cerrada trasladándose los presos a Sevilla. Por ello la letra de la saeta que el preso interpreta aquella mañana de Viernes Santo estaba dedicada a la Virgen de la Soledad, pero a la Soledad de Marchena...