Dos de los momentos más importantes para Curro Romero cobran especial importancia, el debut en La Pañoleta, en 1954, y en 1957 su debut en La Maestranza.
Del primero de ellos recuerda el maestro: "En ese año 54 que fue mi presentación en La Pañoleta toreé cuatro novilladas sin caballos y una con picadores. Y en el 55, como ese invierno me cogió ya Miguel Moreno, me llevó en enero a Barcelona, me hizo allí una publicidad tremenda, que para eso quería también que yo me hiciera un retrato con el vestido de torear en el estudio de Arjona el fotógrafo".