sábado, 15 de octubre de 2011

Los últimos Capataces profesionales de Sevilla


Rafael Franco Rojas. El gran maestro se despedía el año 1983, junto a su inseparable hermano Manolo Franco, sacando con su cuadrilla por última vez un paso en la Semana Santa de Sevilla, el paso de palio de la Virgen Del Subterráneo (Hermandad de la Cena).
Imagen: Manuel y Rafael Franco Rojas

Salvador Dorado Vázquez “El Penitente”. Todavía mantenía algunas de sus cofradías tradicionales, de la última época. Era acompañado en esta época por Salvador Perales Marco como auxiliar principal. Sacó aquella Semana Santa: El paso de palio de la Virgen de los Dolores (Hermandad de las Penas de San Vicente), los pasos del Señor de la Misericordia y de la Virgen de la Cabeza (Hermandad de las Siete Palabras), los pasos del Cristo de la Fundación y la Virgen de los Ángeles (Hermandad de los Negritos) y el paso de Jesús Nazareno (Hermanad del Silencio).

Imagen: Salvador Perales y Salvador Dorado "el Penitente"

Manuel López Díaz “El Moreno”. Titular de la cuadrilla, pero como consecuencia de su delicada salud, el responsable de la misma era Alberto Gallardo Aguilar, auxiliado por Francisco Medina Guzmán “El Kiki” y José Luque Fernández. Sacaron aquella Semana Santa: El paso de palio de la Viren de Guadalupe (Hermandad de las Aguas), el paso de palio de la Virgen de la Palma (Hermandad del Buen Fin), el paso de la Coronación de Espinas (Hermandad del Valle) y el paso de palio de la Virgen de las Angustias (Hermandad de los Gitanos).


Imagen: Alberto Gallardo

Domingo Rojas Puerta. Que contaba con Manuel Villanueva Granados como segundo. Sacó aquella Semana Santa: El paso de misterio de la Hermandad de Santa Marta, el paso de misterio de la Hermandad de las Siete Palabras, el paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso (Hermandad del Gran Poder) y los tres pasos de la Hermandad del Santo Entierro (“Canina”, Urna y Duelo).

Imagen: Domingo Rojas Puerta

Carmelo Serrano. Antiguo auxiliar de la cuadrilla de Vicente Pérez Caro, la que popularmente era conocida en Sevilla como la de la puerta Osario, sacó aquella Semana Santa el paso de palio de Madre de Dios de la Palma (Hermandad del Cristo de Burgos).


Imagen: Con motivo de la primera salida procesional del nuevo paso de la Soledad, el capataz Vicente Pérez Caro ofreció a la hermandad un llamador, que recibió el entonces hermano mayor de la cofradía Enrique Pinal Castilla.


La gran mayoría de los capataces anteriormente referidos sacaban también pasos con cuadrillas de las denominadas como de hermanos, ya fuera en las referidas hermandades o en otras diferentes.

En el discurrir de los años siguientes, cada vez fueron quedando menos pasos que contaban con cuadrillas tradicionales. Una detrás de otra las últimas hermandades fueron adoptando el nuevo sistema, hasta llegar a la actualidad en que sólo el paso de misterio de la Hermandad de Santa Marta cuenta con una cuadrilla de costaleros asalariada. El capataz es Manuel Villanueva Granados que la heredó después de la retirada definitiva de Domingo Rojas Puerta en el año 1991. Esta cuadrilla se convierte en la única llama viva de un trabajo que durante mucho tiempo convivió con la realidad cotidiana de nuestra Semana Santa. En la actualidad el jornal de los costaleros de la misma es de 65 euros.                                            

Para finalizar se hace necesario comentar el hecho de que, desde el inicio del movimiento de las cuadrillas de jóvenes aficionados, las hermandades han venido manteniendo la denominación de cuadrillas de hermanos costaleros, pero la realidad era otra cosa muy diferente. Pocas son las hermandades con capacidad real para componer sus cuadrillas con auténticos hermanos de su nómina. Las excepciones son pocas, e incluso hermandades de gran renombre y tradición carecen de dicha capacidad. La gran mayoría de las cuadrillas están compuestas por hermanos y no hermanos. Distinto es que se obligue a la gente a hacerse hermano para sacar la cofradía, eso se llama fraude económico del espíritu. Hay que aceptar las realidades tal como son y admitirlas. El nuevo sistema era así, gustase o no gustase.

GONZALO LOZANO